Título
De la tristeza a la depresión
Materia
info:eu-repo/classification/tristeza, depresión, melancolía, herencia genética, herencia ambiental
info:eu-repo/classification/cti/4
Autor
GUILLERMINA CRUZ PEREZ
Fuente
Revista Electrónica de Psicología Iztacala Vol 15, No 4
Editor
Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Estudios Superiores Iztacala
Fecha
2012-12
Derechos
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0
info:eu-repo/semantics/openAccess
Formato
application/pdf
Idioma
spa
Tipo
info:eu-repo/semantics/article
Cobertura
MX
Audiencia
researchers
Resumen
Es cada vez más frecuente, sobre todo entre los jóvenes, confundir el significado de los términos tristeza y depresión para indicar que el individuo atraviesa por una etapa confusa y dolorosa en su pensar y/o en su actuar, siendo que se trata tan sólo de un episodio de tristeza; mientras que padecer de una depresión, aunque incluye a la tristeza, es algo mucho más complejo que para diagnosticarse como tal, se requiere al menos de un par de semanas de ciertos síntomas y signos claramente identificados y además observa un desequilibrio en los neurotransmisores. En este ensayo se discutirá el concepto de tristeza, comparado con el de depresión y cómo desde su origen hasta su “funcionamiento” operan de manera distinta en el individuo. La tristeza como aflicción, es un sentimiento absolutamente natural, tanto como otros sentimientos básicos que el ser humano posee, mismo que se “mueve” (emociona) por el influjo de sus sentimientos y pensamientos. En cambio la depresión se genera bien por factores exógenos, como algún evento traumático externo, incluida claro está la tristeza, o bien por factores endógenos, esto es, un desequilibrio en los neurotransmisores, provocando alteraciones particularmente en la producción de dopamina, noradrenalina y serotonina. Se concluye entonces que es importante no usar indistintamente ambos términos. Lo anterior obedece a que actualmente existen altos índices de depresión en la sociedad, la que requiere de atención médica y psicológica profesional. Como observa la Organización Mundial de la Salud, menos del 30% de los casos, y en algunos países menos del 10%, obtienen tratamiento efectivo. Y es de destacar que la misma Organización observa que más de 350 millones de personas en el mundo sufren depresión o algún otro trastorno mental. Si se confunde lo que es la depresión, como está sucediendo, se considera a ella como parte intrínseca de nuestra sociedad y no como un acontecimiento clínico, con lo que se corre el peligro de no dimensionar sus efectos y obviar la atención y consecuente tratamiento que requiere.